El viaje a Ellis Island - Cruceros por la ciudad de las estatuas

Entre 1892 y 1954, más de 12 millones de inmigrantes, en su mayoría procedentes del este y el sur de Europa, se trasladaron a América, conocida en su día como la "Tierra de la Libertad", para evitar los actos sociales y políticos corruptos y las detenciones que se producían en los países europeos. Con los pies llenos de ampollas, los ojos cansados y los corazones preocupados, miles de personas viajaban a pie, a caballo o, si tenían suerte, en tren para llegar al puerto marítimo más cercano y conseguir una plaza en un enorme barco de vapor y una oportunidad para una nueva vida en América.
Unas 3.000 personas procedentes de países como Italia, Polonia, Rusia y Francia esperaban ansiosamente la oportunidad de un nuevo comienzo con su familia y amigos, lo que significaba una esperanza. Hombres, mujeres y niños subían a los barcos con todos los objetos importantes que necesitaban. Para algunos era una manta y una naranja en el bolsillo, mientras que para otros era una ganancia entera de 100 dólares y sus mejores zapatos de cuero.

El viaje de dos semanas a través del Atlántico no eran unas vacaciones agradables. Los barcos de vapor clasificaban a los pasajeros según su estatus social, indicando su ubicación en el barco durante el viaje. Los pasajeros de élite de primera clase, junto con los de segunda, eran ubicados en cabinas y camarotes, mientras que los de tercera clase se situaban en el nivel más bajo del barco y recibían el nombre de "steerage", que se asemeja al espacio abierto del fondo del barco.